En la actualidad, la mayoría de tejidos con que nos vestimos están fabricados con fibras sintéticas o con una mezcla de fibras sintéticas y fibras naturales, como el algodón o la lana. Son prendas de precio muy razonable, lo que las hace inmensamente populares. ¡Y no son feas!
La fibra sintética se obtiene de derivados petroquímicos. Entre los tejidos sintéticos más usados para producir ropa, tenemos el tejido acrílico (similar a la lana), la poliamida (parecido a la seda), el nylon, nailon o nilón (similar al hilo) y el poliéster (parecido al algodón). Las fibras 100 % sintéticas son elásticas resisten el desgarre y la abrasión. No encogen, se secan rápidamente al absorber muy poca humedad, se arrugan menos y son resistentes a la deformación.
Para saber cómo hay que tratar nuestra prenda, debemos fijarnos en la etiqueta.
Podemos estar en presencia de una tela totalmente sintética o de un tejido con mezcla: en este último caso, tenemos que ver el porcentaje de ambas fibras para acertar con el tratamiento. La mejor opción será siempre lavar a mano o con el programa de prendas delicadas de la lavadora. Muchas lavadoras disponen de un programa especial para tejidos sintéticos.
Debemos utilizar siempre un detergente suave y neutro, que elimine los malos olores, que reduzca la posible electricidad estática y que sea eficaz contra las manchas. Este tipo de detergentes suele ir ultraconcentrado y está testado dermatológicamente. Si la tela tiene manchas resistentes, se puede pretratar con un quitamanchas específico. Además, podemos añadir un suavizante para garantizar que la prenda no se carga electroestáticamente.
En cuanto a la temperatura del agua de lavado, los tejidos sintéticos se suelen lavar a 30 ºC, con un programa de lavado suave. Debido al riesgo de termofijación de las arrugas, la temperatura máxima recomendada suele ser de 60 ºC. Recordemos que en la etiqueta viene indicada la temperatura máxima de lavado, lo que significa que no se debe exceder, pero tampoco es necesario llegar a ella.
Siempre que pongamos el programa a una temperatura baja, podemos meter nuestra prenda sintética en una secadora. En caso de no hacerlo así, la fibra puede dañarse, pues es un derivado del plástico. Pero si no disponemos de secadora o no queremos utilizarla, es suficiente con expulsar el agua sobrante mediante un centrifugado suave, o retorciendo levemente si lo hacemos a mano: una prenda sintética se seca con una rapidez increíble al aire libre.
En cuanto al planchado, el tejido acrílico se plancha del revés, con la plancha seca a temperatura baja y sin vapor. Si vemos que necesita humedad, se puede rociar con agua de un atomizador o usando el botón para rociar de la plancha. La poliamida también debe plancharse del revés, precalentando la plancha a temperatura suave. Para el nylon, hay que utilizar la plancha seca con temperatura baja y usando el rocío en caso de necesidad. El poliéster se plancha húmedo, rociando con atomizador o con el botón de rocío y a temperatura baja o media.