Todos tenemos lavadora en casa y muchos de nosotros también secadora. Pero las tintorerías son establecimientos que nos pueden facilitar mucho la vida y también sacar de algún que otro apuro. ¿Sabemos qué ropa podemos llevar a la tintorería y cuál no?
Las tintorerías utilizan un proceso de lavado en seco:
En lugar de agua, se utiliza un disolvente químico especial para eliminar las manchas y la suciedad. En la actualidad, este disolvente es mucho menos peligroso que hace años, tanto para quienes lo manipulan como para nuestras prendas. Y cada vez más tintorerías utilizan un procedimiento respetuoso con el medio ambiente.
Para saber qué ropa debemos llevar a la tintorería, primero debemos fijarnos en la etiqueta de nuestra prenda. En ella, se nos informa de cómo tratarla para que no se estropee; por ejemplo: mediante lavado en agua (fría, templada o caliente); o mediante lavado en seco (en tintorería); sin utilizar lejía; secada con secadora a distintas temperaturas; o secada al aire (en horizontal o en perchas); planchada con vapor (a diferentes temperaturas); o planchada en seco sin vapor.
Vemos que las prendas más adecuadas para llevar a nuestra tintorería de confianza serían las que hay que lavar o planchar en seco. ¡Pero no siempre sabemos interpretar las etiquetas o nos hemos olvidado del significado de los símbolos!
Aquí te damos una lista no exhaustiva del tipo de ropa que «pide» tintorería:
- Trajes y chaquetas, especialmente si son de lana, lino o seda y todo tipo de fibras naturales o delicadas. Quedan perfectamente limpias y planchadas.
- Prendas con adornos: vestidos de fiesta o de cóctel con bordados o lentejuelas; vestidos de novia con encaje; blusas con plisados, etc. Al lavarlos en un establecimiento profesional, no corremos el riesgo de encogerlos o de que se les abran las costuras.
- Prendas de ante y cuero: en ellos, la aplicación de productos de limpieza puede dejar rastro o cercos, así que mejor llevar esta prendas a la tintorería.
- Prendas especialesque no deben perder su funcionalidad: para motoristas, para la nieve, ropa impermeable, con aislamiento térmico, con tratamiento ignífugo, hidrófugo, etc.
- Prendas que pueden encoger o deformarse: fibras naturales como la lana y la seda; o fibras artificiales, como la viscosa, el acetato, etc.
- Prendas con manchas difíciles: de sangre, grasa, vino, café, rotulador, etc., especialmente si la tela es delicada.
- Prendas con forro, guata (algodón para acolchar) o entretela (refuerzo pegado en caliente), que son difíciles de planchar.
- Ropa del hogar voluminosa: cortinas, edredones acolchados, edredones de pluma o plumón, mantas, fundas de almohadones, mantelerías, etc. Tratados por profesionales, recuperan el aspecto y el volumen de fábrica.
- Alfombras y tapices: pueden necesitar un tratamiento especial quitamanchas, principalmente si tenemos mascota.
Además de esta lista, en una tintorería pueden aceptar todo tipo de prendas y ropa que no queramos lavar o planchar en casa por la razón que sea (dificultad, por ejemplo): solo tenemos que llamar o acercarnos a consultar con la persona encargada el mejor tratamiento para cada una de ellas.